8) Metodología: método paranoico-crítico

Dalí vio el método paranoico-crítico como un medio para desestabilizar el mundo, creyendo que todo lo que el espectador veía era potencialmente algo más. En este proceso, sus dibujos, en lápiz o pluma y tinta, jugaron un papel vital, permitiéndole experimentar libremente con semejanzas y asociaciones (por ejemplo, Estudio para el suburbio de la Ciudad Paranoíaca-crítica, 1935; Edward James, col. Priv., Ver 1970 –71 exh. Cat.). En su dependencia de los significados ocultos, el método se debe en gran parte a la comprensión de Sigmund Freud del sueño como expresión del deseo inconsciente, en el que un objeto puede significar otro. La obsesión de Dalí con una foto de Jean-François Millet, el Angelus (1857–9; París, Mus. D'Orsay), aclara esto. Utilizó una semejanza paranoica entre la pose de la mujer y la de una mantis religiosa post-copulatoria a punto de comerse a su pareja para provocar una re-lectura de la imagen pastoralmente religiosa como una de agresión sexual, que podría ser reciclada en su propia trabajo. El Atavismo del Crepúsculo (1933; Berne, Kstmus.) Es uno de los numerosos cuadros que desarrollan el tema del Ángelus. A pesar de sus orígenes en los escritos de Freud, el método paranoico-crítico no permitía a un espectador psicoanalizar a Dalí. Las ideas detrás de las múltiples imágenes fueron tan tímidas como su realización técnica. El mismo Freud comentó a Dalí, a quien conoció en Londres en 1938: "No es el inconsciente lo que busco en sus imágenes, sino el consciente". Dalí tenía un control estricto de sus "delirios": "La única diferencia entre yo y loco es que no estoy loco '(1980 ex. cat., p. 11).